VALLE DE GLEN COE (VALLE DEL LLANTO)

Comenzamos la mañana en las cercanías de Fort William, de nuevo volvemos a Harry Potter, esta vez al escenario natural y al mismo tren, el Jacovita, que se utilizó para rodar la peli. Lo cierto es que uno se vuelve niño y eso, a menudo, sienta genial.
Luego nos introducimos en el Valle de Glen Coe, de nuevo en parajes increibles, montañas empinadas abrigadas de un manto verde que, sudorosas, rezuman pequeñas cascadas por todas sus laderas, rios y remansos de agua y hoy si, un día de lujo, sol y temperatura muy agradable, sobre 20º,
Ciertamente impresionante cruzar entre estas montañas. Según van pasando los días tengo más firme la sensación que me dejo todo por fotografiar. Parar aquí supone no parar alla y viceversa, todo apetece a la vista y todo casi siempre significa imposible.
Hoy el destino es Oban, asentado en el estuario, fiordo (no se como decirlo) de Lorn. Un lugar precioso, ideal para alojarse y cenar en el pequeño puerto. Elegimos, con mucho acierto, el EE.USK, un restaurante que me atrevo a aconsejar.
Esta noche no necesitamos calefacción.