miércoles, 10 de julio de 2013

LIVERPOOL

Ahora si, dejamos atrás Escocia. Hablaré de Ella en el cierre del blog. Avanzamos un buen trecho hacia casa

LIVERPOOL, aquella ciudad que ya en nuestra adolescencia tomó relevancia.
Emocionado, así me introduje por el muelle Albert Dock, uno de los motivos de considerarse a esta ciudad Patrimonio de la Humanidad; su ladrillo rojo de finales del XIX y principios del XX en contraste pero en buena armonía con las construcciones modernas hacen una estampa magnífica.
El ambiente se adereza con el recuerdo, la historia, el orgullo de quienes extendieron el nombre de esta ciudad por todo el mundo. Visitamos el museo de historia de los Beatles y por supuesto The Cavern, una cervecita no muy cara, música en vivo en la reproducción de lo que pudo ser The Cavern original en esta misma calle Mathew Street.
Come together, She love you... ufff, genial. Mi sobrina dice que parece que he vuelto a la adolescencia.
Para cenar volvemos al muelle Albert Dock, a pesar de ser tarde en algunos restaurantes nos hablan de esperar una hora.
Liverpool... no está mal para amortiguar el brusco cambio de Escocia a Inglaterra; no está mal para recordar, para sentirse joven, para cerciarse que las experiencias son los cimientos de nuestra vida.
... Y qué breve y diminuto es el tiempo.

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